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- Supervivencia en Palencia en verano: guía (no tan) seria para viajeros con calor
Viajar a Palencia en verano es, sin duda, una experiencia que combina encanto castellano, cultura monumental y sí, también calor. Porque aunque muchos asocian la provincia al frío invernal, lo cierto es que los termómetros palentinos suben sin complejos en los meses estivales. Si estás preparando tu escapada y te preguntas cómo sobrevivir al verano en Palencia sin derretirte por el camino, has llegado al lugar indicado. Esta guía te ofrece consejos reales con un enfoque desenfadado, para que disfrutes de la ciudad sin perder estilo, frescura ni buen humor.
Acércate a la sombra: tu mejor aliada
En Palencia, caminar por la acera con menos sol es todo un arte. El centro histórico es ideal para ponerlo en práctica, especialmente en la Calle Mayor, cuyos soportales ofrecen protección y un ambiente animado. También puedes refugiarte en zonas verdes como el Parque del Salón, la Huerta de Guadián o el Sotillo de los Canónigos, auténticos pulmones urbanos donde disfrutar de un descanso a la sombra.
Agua va: fuentes que salvan
Cuando el calor aprieta, hidratarse es imprescindible. Por suerte, Palencia está llena de fuentes públicas: Plaza Mayor, San Francisco o Isla Dos Aguas son puntos estratégicos para recargar energías. Lleva siempre contigo una botella reutilizable, y si hace falta mojarte la nuca, que no te tiemble el pulso. El verano no da tregua, pero estas fuentes ayudan a llevarlo con dignidad.
Museos e iglesias: cultura y aire fresco
Refugiarse en espacios cerrados con aire acondicionado puede ser tan enriquecedor como necesario. Iglesias como la Catedral de San Antolín, con su imponente arquitectura gótica, o museos como el Diocesano o la Fundación Díaz Caneja, son perfectos para aprender mientras se agradece el frescor. No olvides pasar por el Museo Victorio Macho o alguna exposición temporal si quieres completar la ruta “modo pingüino” con estilo.
Paradas con sabor: granizados y cafés helados
No hay verano sin granizados. En Palencia encontrarás auténticos templos del frescor como La Gustosa o Palencia Helados, donde los sabores artesanos conquistan a cualquiera. Si prefieres el café frío, las terrazas sombreadas del centro te invitan a sentarte, desconectar y disfrutar. Todo con ese ritmo pausado que tanto se agradece en vacaciones.
Carrión: el río que refresca sin mojarte
El río Carrión es otro de los grandes aliados si buscas sombra y brisa natural. Pasea junto a su ribera, recorre en bici sus senderos o simplemente siéntate en la Isla Dos Aguas a dejar pasar el tiempo. No hace falta darse un chapuzón para disfrutarlo, basta con dejarse envolver por el rumor del agua y el verdor del entorno.
Aprende el idioma palentino del verano
¿Quieres integrarte del todo? Aprende esta expresión: “Huele a café… eso es que va a llover”. En Palencia es casi ciencia. Cuando el viento arrastra el olor de las fábricas de café, muchos lo toman como señal de tormenta inminente. No está científicamente garantizado, pero te aseguramos que soltando esta frase romperás el hielo con cualquier palentino.
Tu mejor refugio: el Hotel Castilla Vieja
Y si hablamos de sobrevivir al calor con comodidad, el Hotel Castilla Vieja es tu base ideal. Con ubicación céntrica, habitaciones climatizadas, gastronomía local y acceso a los principales puntos de interés, es el lugar perfecto para descansar tras un día de aventuras palentinas. Además, estarás a dos pasos de museos, parques y terrazas para que no pierdas ni un minuto.
Reserva ya tu escapada urbana y combate el calor con las ganas de disfrutar. Porque Palencia, incluso bajo el sol, se vive intensamente.